¡Feliz día hermosa comunidad de Needleworkmonday!
Ultimamente he estado un poco ausente de las publicaciones, pero no he dejado el crochet, lo que pasa es que no he tenido mucho tiempo de sentarme a hilar ideas y plasmarlas por escrito.
Por fin ayer terminé a la princesa grumosa y quiero contarles un poco de esta experiencia que tuvo altas y bajas y muchas paradas.
Fue mi hijo quien me sugirió hacer a la princesa grumosa (un nombre peculiar para una princesa), personaje de hora de aventura, igual que BMO que fue uno de mis primeros amigurumis.
Emocionada encontré un patrón y empecé. Avancé tan rápido que estaba muy feliz y emocionada, pero cuando llegó el momento de hacer los brazos vino la complicación.
Igual que la vez que hice a BMO, el hilo se me enredaba y deshilachaba al intentar hacer los brazos, se apretaba y no podía hacer las puntadas correctamente. Me generó tal frustración que la princesa grumosa fue relegada a la caja de proyectos sin terminar, en donde pasó una larga temporada.
En esa caja habia muchas cosas, entre ellas una version miniatura de totoro que también pospuse por complicaciones, y es que, cuanto más pequeño es el amigurumi más complicada es la confección.
Verlos en la caja sin terminar me daba un poco de malestar, pero yo seguia pasando de largo y haciendo otros proyectos e ignoraba a estos dos.
Finalmente me armé de valor y saqué al mini-totoro de la caja y dí mi mejor esfuerzo para terminarlo. Aproveché el impulso y me dije que no tenía que ser perfecto, pero que tenía que terminarlo lo mejor que pudiera.
Cuanto más avanzaba más lindo me parecia, si bien no era perfecto era muy adorable. Apenas lo terminé vinieron mi hijo y mi nuera de visita, a ella le encantó y se lo llevó. Ver la expresión de felicidad auténtica en su rostro me llenó de felicidad y me dió una lección importante respecto a no juzgarme tan duramente, porque incluso los trabajos imperfectos tendrán sus admiradores.
Fue así como me motivé a terminar la princesa grumosa, buscando una solución creativa a mi problema.
Después de muchas vueltas e intentos así es como quedó la amargada princesa grumosa.
Aprendí que está bien dejar reposar los proyectos cuando me agobien, pero que se siente increible cuando los veo terminados (aunque no sean perfectos) porque le da cierre al ciclo que conllevan.
En el intermedio tuve varios proyectos, así que ya les iré contando.
#English Version (Google translate)
Happy day beautiful Needleworkmonday community!
Lately I've been a little absent from posts, but I haven't stopped crocheting, it's just that I haven't had much time to sit down and spin ideas and put them down in writing.
I finally finished the lumpy princess yesterday and I want to tell you a little about this experience that had ups and downs and many stops.
It was my son who suggested I make Lumpy Little Princess (a peculiar name for a princess), an Adventure Time character, just like BMO, who was one of my first amigurumis.
Excitedly, I found a pattern and started. I moved so fast that I was very happy and excited, but when it came time to make the arms, the complication came.
Just like the time I made BMO, the thread kept tangling and fraying when I tried to make the arms, it got tight and I couldn't make the stitches correctly. It caused me such frustration that Lumpy Little Princess was relegated to the box of unfinished projects, where she spent a long time.
There were many things in that box, including a miniature version of Totoro that I also put off due to complications, and the smaller the amigurumi, the more complicated it is to make.
Seeing them in the unfinished box made me a little uncomfortable, but I kept moving on and doing other projects and ignored these two.
I finally worked up the courage and took the mini-totoro out of the box and tried my best to finish it. I took advantage of the momentum and told myself that it didn't have to be perfect, but that I had to finish it as best as I could.
The more I went on the cuter it looked, although it wasn't perfect it was very adorable. As soon as I finished it my son and daughter-in-law came to visit, she loved it and took it. Seeing the look of genuine happiness on her face filled me with joy and taught me an important lesson about not judging myself so harshly, because even imperfect work will have its admirers.
That's how I got motivated to finish the lumpy princess, looking for a creative solution to my problem.
After many twists and turns, this is how the bitter lumpy princess turned out.
I learned that it's okay to let projects rest when they overwhelm me, but that it feels incredible when I see them finished (even if they're not perfect) because it closes the cycle they entail.
In the meantime, I had several projects, so I'll tell you about them later.
Todas las imágenes son de mi propiedad.
All images are my property.
