Introducción:
Antes de iniciar, quiero dar un cordial saludo a la comunidad de Topp Faive Family, y pedir disculpas por mi ausencia estas últimas semanas, ya que si es cierto he intentado participar en los últimos concursos, por razones laborales he tenido que mantenerme alejado de esta excelente iniciativa, pero espero activar de nuevo mi participación en ella a partir de esta semana.
Aprovecho la oportunidad, para invitar a todos mis seguidores, al igual que a los lectores de este post, a participar en este concurso, que estimula a desarrollar una escritura creativa a partir de una imagen, para participar ingresa a este enlace, te esperamos.
El Cuento:
-Buen día, señora Ana, ya llegó el técnico. -
-Por favor María, dile que pase. -
Ana, la madre de Rodrigo, había llamado al técnico en computadoras que le había recomendado el hijo de una amiga, ya que la PC de su hijo y otros equipos que Rodrigo usaba para la universidad estaban presentando fallas y tenían la necesidad de repararlos.
-Buenos días, señora Ana. -
-Buen día, señor Mario, gracias por venir tan pronto, yo le llamé anoche, ya que Margarita me lo recomendó con los ojos cerrados y me dio su número. Y de verdad tengo una urgencia con la máquina de mi hijo y con mi tableta. -
-No se preocupe, ya vamos a revisar los equipos y resolveremos el problema. Por otro lado, le comento que es un placer poder ayudarla, y le daré las gracias a la señora Margarita por la recomendación que me hizo. Si me dice dónde está el equipo comienzo de una vez a verificar su estado. -
-Si, como no, pase por acá. Por cierto señor Mario, me dice Margarita, que usted no se lleva los equipos. -
-La verdad señora Ana, es que es más cómodo para mí arreglar el equipo en el lugar si los dueños lo permiten y si es una falla menor claro, eso permite que haya transparencia en mi trabajo, le da tranquilidad al dueño, de que no se le vaya a cambiar o a quitar piezas de su equipo y me da más espacio en mi taller, que es mi propia casa. Pero como le comenté, todo depende del tipo de falla. -
-Me parece perfecto señor Mario. Ese es el equipo y puede trabajar sin problema en esa mesa. - Dijo la señora Ana. -
Mario lo primero que hizo fue colocar su casco y el maletín con las herramientas en una de las sillas al lado de la mesa, sacó el equipo de donde estaba, lo colocó sobre la mesa, colocó una extensión eléctrica, intentó prenderlo y al ver que no encendía, comenzó su labor de revisar el equipo.
Llamo la atención de la señora Ana, que lo primero que hizo Mario, fue sacar una tela de color clara y colocarla sobre la mesa en el lugar donde iba a trabajar y colocó el equipo sobre ella y empezó a realizar su labor.
Mientras Mario verificaba el equipo, Rodrigo llegó de clases, saludo a todos en la casa y su madre le dijo que el técnico estaba revisando la computadora y lo llevó hasta él.
-Buenos días. - Dijo Rodrigo a Mario, que estaba inclinado con una lupa y casi le daba la espalada.
Mario se enderezó, vio al muchacho, se sonrío y dijo, -Buen día, Martínez, que chiquito es el mundo. -
-Buen día, profesor. - Respondió Rodrigo.
La señora Ana preguntó un poco sorprendida, ¿Ustedes se conocen?
-Si mamá, él es Mario Sanoja, mi profesor de Comprensión de Textos y de Proyecto en la universidad. -
-Yo pensé que usted era solamente un técnico. - Dijo la señora Ana.
-Y lo soy, señora Ana, soy técnico en electrónica y periodista. -
-Pero si usted es profesor, por qué trabaja en esto. -
-A ver, le cuento señora Ana, efectivamente soy profesor y doy clases en la universidad, sin embargo, también soy técnico en electrónica y barbero.
La situación es la siguiente, yo hoy en día tengo cincuenta años, pero cuando era joven el abuelo de mi exnovia me tomó mucho cariño, he hicimos una amistad muy grande, el señor Jacobo, era europeo y sus padres habían vivido en la época de la segunda guerra mundial en Europa.
Esa fue una situación muy dura, guerra, hambre, represión, esclavitud, genocidio y mucho más.
Lo que la familia del señor Jacobo vivió los marcó de por vida, y una de las enseñanzas más fuertes que tuvo el señor Jacobo por parte de sus padres era, que sin importar lo que él estudiase, debía aprender un oficio, dado que en los momentos y situaciones de guerras y crisis, los oficios ayudaban a las familias a sobrevivir más que las profesiones.
De hecho, el señor Jacobo, era filósofo y su oficio era de carpintero y él ejercía ambas profesiones. Así que un día conversando con él, me puse a comentar que me gustaría aprender un oficio a demás de la carrera, así que me puse a pensar en oficios que fuesen útiles y que la gente necesitara siempre, así que me dije en la era de la tecnología debo aprender electrónica y en un mundo tan frívolo donde la apariencia importa tanto, aprenderé barbería.
Así que hice los dos cursos y aprendí ambos oficios, por eso cuando vino la gran crisis que estamos viviendo en el país y de la que al parecer estamos empezando a salir, y el sueldo de un profesor no daba para comer, ni para comprar un par de zapatos, me refugié en mis oficios y pude producir lo suficiente para que mi familia no pasase trabajo.
Ahora que lo pienso, no se imagina lo que le agradezco a la vida, el haberme encontrado con una persona como el señor Jacobo, que me abrió los ojos y me enseñó tanto.
-Jamás lo hubiese creído, realmente nunca lo hubiese hecho. - Dijo la señora Ana.
Mario interrumpió sus pensamientos y les dijo, bueno les comento que la falla es el “fan cooler” en criollo el ventilador del procesador. Ya lo limpié y le hice mantenimiento al igual que al resto del equipo y funciona perfecto, lo que si es que le recomiendo es que si falla de nuevo el ventilador lo cambien por uno nuevo, y tal vez ponerle otro, para que el equipo trabaje más fresco, pero así como está puede durar meses o hasta años, ya que no está malo, se había trancado por el sucio y porque se había secado la lubricación.
-Muchas gracias. - Dijo la señora Ana.
Siguieron conversando un rato más, hasta que Mario se despidió, puesto que debía ir a atender a otro cliente, así que tomó su casco, su maletín de herramientas, le dio una factura a la señora Ana con el importe del servicio realizado y se retiró.
Una vez que Mario se retiró de la casa, la señora Ana le dijo a su hijo, que él le parecía un hombre muy peculiar.
Mientras ella pensaba en eso, Rodrigo le dijo, mamá, es muy importante la enseñanza de vida que nos acaba de enseñar el profesor Mario, de hecho acabo de decidir que voy a aprender un oficio o dos como él lo hizo, para poder sobrevivir a las crisis venideras. Vamos mamá, ayúdame a escoger un oficio, que nos dé ingresos en los tiempos difíciles.
-Me parece muy bien, lo que piensas hacer Rodrigo, vamos a hacerlo. -