Me encantan los proyectos de reciclaje y más cuando se trata de crear algo para mis hijas. Está vez quiero compartir con ustedes ésta maravillosa idea para reutilizar cajas de zapatos (que van a parar a la basura) o que muchas veces acumulamos en casa para usar en "algo", así que llegó el momento de crear y de transformar los desechos en algo muy provechoso.
El material principal para este proyecto son 2 cajas de zapatos iguales o diferentes, no hay problema. Además:
- pinturas 🎨
- pegamento (silicón caliente preferiblemente)
- tijeras ✂️
- lápiz ✏️
- regla 📏
- pincel 🖌️
- hilo pabilo, estambre o cuerda 🧶
- papel para envolver (el papel marrón de la harina PAN)
- engrudo
El primer paso es ubicar las cajas una encima de otra como se ve en la imagen. Mis cajas son iguales y del mismo tamaño, si las tuyas son diferentes pues debes colocar encima la más pequeña.
Con la ayuda de algún objeto punzante, pega (pega loca o pegamento instantáneo), y un trozo de cuerda, haremos 4 orificios (dos de cada lado) en los extremos de la caja que une ambas, es decir, en el medio. Los orificios deben atravesar las dos cajas para poder pasar la cuerda y amarrar por debajo.
Y antes de amarrar las cuerdas, aplicamos pegamento para asegurar más las dos cajas y que queden bien juntas. Corta la cuerda lo más que puedas.
Así deben quedar las cajas unidas, por encima y por debajo.
Aprovecharemos todo el material, por eso como siguiente paso tenemos que colocar el techo. Usaremos la tapa de una de las cajas, mediremos el ancho de la caja de base en este caso es de 11,05 cm y cortaré dos partes de la tapa. Ambas partes las uniremos en un extremo en forma de triángulo o techo.
Usaremos la misma técnica que usamos para unir las cajas, así que abriremos dos orificios en la parte donde se unen las dos tapas y atravesamos un poco de cuerda o hilo. Colocamos pegamento para que ambas partes se mantengan firmes.
Sobre la otra tapa de la caja marcaremos el triángulo de fondo del techo. La idea es no desperdiciar el material y sacar el mejor provecho.
Cortamos el triángulo de fondo y lo uniremos al triángulo del techo usando los bordes de la tapa, esto nos ayudará a fijar esta pieza de la misma forma (con pega, hilo o cuerda).
Hice dos orificios de cada lado y lo amarre por dentro para que se note lo menos posible. También dejé el borde de la parte inferior del triángulo del fondo para poder unir esta pieza con las cajas. Hice los agujeros con el punzón con mucho cuidado para poder unir el techo con la parte superior de las cajas, en este caso amarre por detrás.
Así entonces tenemos la casa armada, todas las piezas unidas con pegamento instantáneo y con cuerda o hilo pabilo para darle mayor fuerza y seguridad. Pegué los bordes de abajo del techo hacia adentro.
Es hora de preparar el engrudo, esto lo hago en una pequeña olla con una taza de agua y 3 cucharadas de harina de trigo. Mezclo siempre a fuego bajo hasta que espese y dejo reposar. Este pegamento sirve para muchos proyectos, y es muy rendidor. Cortamos también el papel (que saque de la basura) y nos preparamos para empapelar.
Recomiendo aplicar el engrudo en un día soleado, necesita tiempo para secar. Comienzo aplicando engrudo en la superficie, luego coloco un trazo de papel y lo cubro con más engrudo. Repito el proceso y voy cubriendo toda la superficie. Cuando tengo un buen tramo cubierto, lo coloco a secar al sol y sigo con el proceso.
Si te pasa como a mí, que ese día llovió y estuvo nublado, puedes ayudarte con un secador de cabello y no quedarte varada en el proceso.
Continúe el trabajo el día siguiente y ya el proyecto estaba bastante seco. Cubrí la parte posterior de la casita y comencé con la parte interna, solo las bases porque quise dejar el fondo blanco de la caja.
Este papel te ayuda a tener una mejor superficie para la pintura, por eso cubrí perfectamente la casita por fuera y por los bordes, también me sirve para cubrir las imperfecciones de los hilos que use para unir las partes. Para el techo se me ocurrió usar cartulina corrugada ya que tiene el aspecto de un techo de tejas. Medí, corte y pegué con silicón caliente tal como lo ven en la foto.
Y comencé con la pintura, me gusta mucho este color turquesa así que lo usé para la base de los pisos. Por fuera la pinté de blanco y a los laterales pinté a pulso unos detalles como unas flores y una ventana.
De la misma forma pinté por dentro un área con televisión y ventana y en la planta de abajo, una nevera y cocina. Lo hice con lápiz y luego con marcador y pintura. Obviamente puedes agregarle otros detalles que quieras. Terminé pintando los espacios que faltaban con un color especial para las niñas que es fucsia.
Para el área de la sala, quise agregar otros detalles como unos números. Tenía guardados unos números en foami de color naranja que no combinaban mucho así que los pinté de fucsia y los pegué en orden en el medio de la casita. Puedes agregar corazones o algún otro motivo que le guste a tus niñas. Por último, cambie el techo de la casita pues encontré una cartulina que me pareció más bonita y apropiada para el proyecto, así que despegué el que ya había puesto y pegué el nuevo techo, que combina mucho más.
Me encanta el resultado de este proyecto y por supuesto, me gusta más ver a mis hijas jugar tan felices con su casita y todos sus demás juguetes. Es un proceso de varios días pero vale la pena reciclar y reutilizar materiales de esta forma tan bonita, divertida y útil para nuestros tesoros.
Espero que esté proyecto te haya gustado y te brinde más ideas para reciclar y crear cosas maravillosas para los niños, para ti y tu hogar. Un abrazo, nos leemos pronto 💕